El tiramisú es un postre moderno de origen italiano pero conocido y reconocido en todo el mundo. Es el embajador de los postres italianos y no por nada. Está compuesto por una base de soletas (bizcochos en forma de galleta suaves y delicados pero capaces de soportar litros y litros de líquido sin romperse -ya sé que estoy exagerando-), buen café espresso, una suave y aterciopelada crema de mascarpone, licor y coronado con cacao amargo en polvo. Una combinación deliciosa que no deja indiferente a nadie.
Ingredientes para un tiramisú pequeño (mi molde mide 22 cm X 17 cm X 3.5 cm de alto):
* 300 gr. de queso mascarpone
* 40 gr. de azúcar
* 2 huevos de gallina feliz
* saborizante de vainilla
* Soletas suficientes para cubrir el molde dos veces
* Suficiente café espresso frío para mojar las soletas en él (lleva mucho café, pues la soletas absorven mucho líquido y personalmente me gusta que la galleta quede bien húmeda, pero también tengo una amiga que le pone menos café por que le gusta que la galleta quede en parte crujiente. Va al gusto!. Yo necesité unos 300 ml.)
* Algún licor de tu preferencia (yo no le pongo!)
Procedimiento:
Juntar todos los ingredientes en la mesa. Lavar muy bien los huevos con agua y jabón, ya que se emplea huevo crudo en la receta, esto disminuye la probabilidad de la salmonelosis así como no romper la cadena de frío. Es decir, consumirlo en las próximas 24 h. de elaborado y siempre tenerlo a una temperatura de 4 a 6 °C .
Separar las yemas de las claras y montar las claras a punto de turrón (hasta que se ven muy blancas y brillantes y al mover la batidora se forman picos firmes). Reservar.
Con la misma batidora en otro bowl batir muy bien las yemas hasta acremarlas y blanquearlas e ir incorporando poco a poco el azúcar a la vez que seguimos batiendo. Debe de quedar una masa espesa y de color claro. En este punto agregar la vainilla y seguir batiendo.
Una vez bien integrada la vainilla, añadimos el queso mascarpone y seguimos batiendo hasta montar el queso con las yemas.
Debe de quedar una mezcla espesa, espumosa y clara. Es el momento de juntar la mezcla de las yemas con las claras poco a poco y con movimientos envolventes para que no se nos bajen las claras.
Bañar una a una las galletas en el café que estará mezclado previamente con el licor, e irlas acomodando en el molde hasta cubrirlo por completo.
Volcar sobre la cama de soletas húmedas, la crema resultante de la mezcla de claras y yemas con queso hasta cubrir por completo. Repetir la operación: cama de soletas húmedas, más crema de mascarpone y coronar con una abundante capa de cacao amargo en polvo hasta cubrir.
Nota I:
Edito. Para batir perfectamente las claras tanto el bowl como la batidora tienen que estar libre de cualquier resto de grasa, o sea, súper limpios y secos. Las claras tienen que estar a temperatura ambiete y sin restos de yema, ya que si no es muy difícil que "suban"
Nota II:
Como con todas las recetas, no existe una receta única de éste postre y cada hogar lo come y prepara al gusto: menos café, con licor, sin licor, con yemas y sin claras, con huevo entero, etc. Yo siempre había preparado otra versión que la aquí presento y que consistía en utilizar solo las yemas, añadiendo un huevo más, o sea 3 yemas que batía a baño María hasta acremar y luego ahí mismo incorporaba el azúcar. El resto de los pasos es el mismo. Buscando en internet me dí cuenta que esta es la versión más "aceptada", por eso decidí prepararlo así y debo decir que me gusta un poco más que la versión con solo yemas. La próxima vez prepararé más crema de mascarpone, ya que siento que fue poca (y eso que mi molde es chico) , por lo demás es una receta perfecta y exquisita :)
Muchos besos!
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